martes, 10 de agosto de 2010

Batalla de Boyacá ( 7 de Agosto de 1819)



La Batalla de Boyacá fue la batalla decisiva que garantizaría el éxito de la Campaña Libertadora de Nueva Granada y una de las batallas más importantes de la guerra de independencia de América del Sur. La batalla tuvo lugar el día 7 de agosto de 1819 en el cruce del rio Teatinos, en inmediaciones de la ciudad de Tunja. La batalla fue la culminación de 77 días de la campaña iniciada desde Venezuela por Simón Bolívar para liberar el Virreinato de Nueva Granada.



Hechos precedentes




Tras el aplazamiento de la guerra en Venezuela por la época de lluvias Bolívar salió de Angostura, entonces capital de la República de Venezuela, hacia los llanos de Apure, donde inicia la Campaña Libertadora de Nueva Granada el día 26 de mayo de 1819, luego de una dura travesía de 200 km y 45 dias en pleno invierno llego a Tame, en la provincia de Casanare sumando a sus dos divisiones la del general Francisco de Paula Santander. Posteriormente siguen la travesía por los llanos Orientales, hasta hacer contacto con la cordillera Oriental atravesándola por el páramo de Pisba, ingresando al territorio de la antigua provincia de Tunja. La tercera división de las tropas realistas al mando de coronel Jose Maria Barreiro que se encontraban acantonadas en Sogamoso, salen al encuentro de las tropas granadinas; el día 11 de julio se libra la Batalla de Gámeza como preambulo la la decisiva Batalla del Pantano de Vargas ocurrida el 25 de julio de 1819 en la cual las tropas realista se ven obligadas a retirarse al final de la jornada.

Movimientos previos

Luego del éxito obtenido en el pantano de Vargas, Bolivar reorganiza y da descanso al ejército hasta el 3 de agosto, cuando emprende la búsqueda del ejercito realista, que se ha retirado esperando refuerzos y una mejor oportunidad. El día 4 de agosto a las 8:00 pm después de haber ordenado la retirada hacia Venezuela contramarcha a través de Paipa en forma sigilosa, dirigiendose hacia Tunja por Toca, tomando la ciudad el día 5 de julio a las 11 am, matando la guarnición y posteriormente dando alcance al gobernador de la provincia de Tunja, el teniente coronel Juan Loño, que había dejado la ciudad en la madrugada con 200 hombres y 3 piezas de artillería, atacando su retaguardia y dispersándolos. Con ese movimiento aparte de apoderarse de la ciudad, de 600 fusiles y pertrechos, recibe la ayuda de los habitantes, con alimentos, prendas y refuerzos de voluntarios provenientes de la misma provincia de Tunja y de la provincia del Socorro, que a la postre conformarían la retaguardia en la batalla.

Al descubrir el engaño, creyendo Barreiro que Bolivar en esos momentos se dirigía a Santafe, se dirige en su persecusión, pero al encontrarse con Loño, este le informa lo ocurrido en Tunja y decide que lo mejor es evitar el combate en la ciudad y dirigirse a la capital, para reunirse con Sámano y defenderla a toda costa; desvía la ruta por el páramo de Cómbita, llegando a Motavita, donde arriba a medio día del 6 de agosto, reanudando su marcha al día siguiente a las 3:00 de la madrugada buscando la vía mas rápida: el camino real por el puente de Boyacá. Informado de la proximidad de los realistas en la madrugada de ese 7 de agosto, Bolívar observa desde el alto de San Lázaro, que domina la ciudad de Tunja, a los españoles dirigirse hacia el puente, de inmediato ordena la puesta en marcha del ejército para interceptarlos.

Los ejércitos

Las tropas republicanas se conformaban del siguiente modo:

Número de combatientes: 2.850

Comandante en jefe:general Simón Bolivar.

División de vanguardia: General Francisco de Paula Santander.

División de retaguardia: General José Antonio Anzoátegui.

Jefe del estado mayor: general Carlos Soublette.

Procedencias de los soldados: en su mayoría de Venezuela y Colombia (granadinos). Entre 160 y 200 hombres de la legión británica.

Bajas: 13

Heridos: 53




Las tropas realistas se conformaban del siguiente modo:

Número de combatientes: 2.670 (Infantería 2.300; Caballería 350; Artillería 20).

Tercera división del ejército expedicionario de costa firme.

Jefe al mando: brigadier José María Barreiro.

Jefe del estado mayor: Sebastián Díaz.

Vanguardia al mando del coronel Francisco Jiménez.

Procedencias de los soldados: son tropas americanas en su totalidad, originarias de Venezuela y Colombia (granadinos), excepto el estado mayor que es originario de España.

Bajas: aproximadamente 100 hombres.

Heridos: 150.

Prisioneros: 1.600.

Desarrollo de la batalla

A las diez de la mañana del 7 de agosto de 1819 Bolívar dio la orden de impedir el paso de los realistas por el puente del río Teatinos, de cinco metros de largo por dos de ancho, sitio de encuentro del camino de Samacá (utilizado por los realistas el día de la batalla) y el camino real, movilizando su ejercito instalado en la ciudad de Tunja. El ejercito libertador estaba conformado por la vanguardia al mando de Francisco de Paula Santander con unos 800 hombres, el centro del ejército al mando de Jose Antonio Anzoátegui con 1320 hombres y la retaguardia conformada por 600 a 800 reclutas y milicianos del Socorro y Tunja. Las tropas de Bolivar debieron cubrir 16 km de distancia, marchando apresuradamente a partir de las 10:00 am, mientras que los españoles que tomaron la vía del páramo cubrieron 18 km partiendo desde la 3:00 am, para encontrarse ambos bandos a las 2:00 pm, cuando parte de la vanguardia patriota liderada por el capitán Diego Ibarra, desciende y sorprende a la vanguardia realista. En tanto el general Santander se enfrentaba con sus tropas a la retaguardia realista. Bien pronto se unió el grueso de las tropas realistas de Barreiro para enfrentarse a la retaguardia del general Anzoátegui. La vanguardia del ejercito independentista al mando de Santander consigue separar la vanguardia del ejército español del resto del ejército, ubicandose entre ambos, de ahí en adelante los españoles se ven obligados a luchar separadamente.



Hacia las tres de la tarde los combates entre las dos fuerzas militares estaban en todo su apogeo; con los realistas en desventaja por estar divididos en dos frentes, son atacados por el batallón rifles haciendo retroceder dos cuerpos españoles, al mismo tiempo que los bravos de Paez y la legión británica caen sobre la artillería y los flancos de los batallones de primera línea. En esa situación Barreiro trata de desplegar el batallón cazadores, pero Bolivar ordena a Anzoátegui que ataque el centro del dispositivo español, desorganizandolo, para entonces enviar al coronel Juan José Rondón en un fuerte contraataque con los lanceros llaneros que consiguió que los realistas retrocedieran en desorden e incluso un batallón de caballería huyera por la vía a Samacá sin ofrecer resistencia. Mientras tanto, las tropas guias del Casanare al mando de José María Ruiz pudieron ubicarse a las espaldas de la vanguardia realista, después pasar el puente sobre el rió Teatinos, escalar el terreno escarpado y flanquear las tropas españolas, cayendo a las espaldas de la vanguardia realista comandada por el coronel Francisco Jiménez. Dos escuadrones de españoles se enfrentaron a los llaneros, pero fueron derrotados. Por su lado, el general Santander lanzó sobre el puente a los batallones de vanguardia cazadores y primeros de línea al mando de los coroneles Joaquín París Ricaurte y Antonio Obando, pasando a la orilla derecha del río Teatinos, dominando el paso sobre el puente cerrando el paso a Bogotá por el camino real a las tropas realistas. El coronel Barreiro siguió combatiendo a la defensiva. Trató de rehacer su infantería en otra altura, pero la rapidez de las tropas patriotas cerró el cerco, por lo cual la retaguardia realista, cercada por todas partes, tuvo que rendirse. Así mismo se rindió la vanguardia realista ante la vanguardia patriota, comandada por Santander




A estas alturas la batalla estaba completamente a favor de los independentistas y el resto de las tropas españolas fueron finalmente rodeadas por el ejército libertador y obligados a rendirse en su totalidad a las 4:00 pm. Al final de la jornada yacían en el campo de batalla 66 hombres entre muertos y heridos del ejército de Bolivar y unos 250 del ejercito español, siendo capturados aproximadamente 1600 hombres, pudiendo escapar solamente unos 800 soldados del cerco realizado por la tropas de Bolivar.

Hechos posteriores

El mismo día de la batalla, en las horas de la noche, el coronel Barreiro fue capturado mientras se refugiaba en unas rocas, según la tradición por un soldado adolescente llamado Pedro Pascasio Martinez, acompañado de otro soldado llamado Negro José (ver abajo). Barreiro y otros 37 oficiales españoles hechos prisioneros el día de la batalla, fueron ejecutados el 11 de octubre de 1819 por orden de Francisco de Paula Santander, dentro de la consigna de guerra a muerte.

En Ventaquemada ubicada en el camino real a Bogotá, el 8 de agosto el general Carlos Soublette expidió el Boletín Nº 4 sobre la Batalla de Boyacá. El Libertador dictó el decreto de la Orden de Boyacá para enaltecer a todos los batallones y escuadrones que participaron en la decisiva batalla.

El virrey Juan de Sámano fue informado en Bogotá el día 9 de agosto de la derrota realista y pudo escapar a tiempo, huyendo precipitadamente a Cartagena de Indias, donde su autoridad fue desconocida. Navegó hasta Jamaica, apareciendo luego en Panamá, sin mando administrativo ni mando directo de tropas. En esta situación dimitió.

Finalmente Bolivar llego a Santafe de Bogotá donde entro sin resistencia alguna el dia 10 de agosto de 1819 a la 5:00 pm.

Orden de Boyacá

Bolívar creó la Orden de Boyacá en reconocimiento a todos los combatientes que participaron en dicho acontecimiento histórico. Actualmente el Estado colombiano concede dicho reconocimiento a las personas nacionales o extranjeras que se destacan por su trabajo en bien de la patria.

Consecuencias históricas

La batalla de Boyacá fue un golpe decisivo para el poder español en la Nueva Granada. A pesar de que los realistas se harían fuertes en otras provincias del virreinato como Santa Marta y Pasto, en donde resistirían varios años; la capital del virreinato cayó en manos de los patriotas neogranadinos y con ello se abrió el camino para la unión de la Nueva Granada con Venezuela en la República de Colombia.



Tomado de www.wikipedia.org







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